Receta De Bomba Rellenas

Preparación:

  1. Preparación de la masa: En un bol amplio, mezcla la harina cernida con la levadura seca y el azúcar. Incorpora los huevos, el aceite y la sal, alternando con la leche caliente. Amasa hasta obtener una masa homogénea y elástica que se despegue de las manos. Si es necesario, añade un poco más de harina. Deja reposar la masa cubierta con un paño limpio en un lugar cálido, hasta que doble su tamaño, aproximadamente 1 hora.
  2. Formado de las bombas: Una vez que la masa ha levado, divide en porciones de aproximadamente 50g cada una. Forma bolitas y colócalas sobre una bandeja ligeramente enharinada. Deja que las bolitas reposen y suban nuevamente, durante unos 30 minutos.
  3. Preparación del relleno: Mientras las bolitas reposan, prepara el relleno. En una cacerola a fuego medio, mezcla la harina con un poco de leche para disolver. Añade el resto de la leche, la leche condensada, las yemas de huevo y la esencia de vainilla. Cocina, removiendo constantemente, hasta que la mezcla espese y adquiera la consistencia de una crema pastelera. Deja enfriar completamente.
  4. Fritura: Calienta el aceite en una sartén profunda o freidora a 180°C. Fríe las bolitas de masa en pequeñas tandas, hasta que estén doradas y cocidas por dentro. Retira del aceite y coloca sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
  5. Rellenado y finalización: Una vez frías, haz un pequeño corte en el lado de cada bomba y rellénalas con la crema pastelera usando una manga pastelera. Espolvorea las bombas rellenas con azúcar y canela al gusto.

Consejos para una experiencia sublime:

  • La temperatura de la leche es crucial para activar la levadura sin matarla. Asegúrate de que esté tibia, no caliente.
  • La fritura debe ser a una temperatura constante para asegurar que las bombas se cocinen uniformemente sin absorber demasiado aceite.
  • Para un relleno más innovador, considera añadir chocolate derretido, dulce de leche o incluso un toque de licor a la crema pastelera.

Las Bombas Rellenas son más que un simple postre; son una experiencia sensorial que combina la tradición con el placer. Prepararlas en casa es una forma de llevar la repostería a otro nivel, creando momentos inolvidables tanto para el cocinero como para aquellos que tienen el placer de degustarlas.