Arroz con Leche Caramelizado

Instrucciones Paso a Paso

  1. Preparación del Arroz: En una olla grande, combina el arroz, la leche, la rama de canela y la piel de limón. Es importante que la olla sea de buen tamaño para permitir que la mezcla se cocine uniformemente.
  2. Cocción: Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio, luego reduce el fuego y deja cocinar lentamente. Remueve ocasionalmente para evitar que el arroz se pegue al fondo de la olla. Este proceso debería tomar aproximadamente 20-25 minutos, hasta que el arroz esté tierno y la leche se haya reducido a una consistencia cremosa.
  3. Preparación del Caramelo: Mientras el arroz se cocina, prepara el caramelo. En una sartén pequeña, mezcla el azúcar y el agua. Cocina a fuego medio-alto, sin revolver, hasta que la mezcla adquiera un color dorado intenso. Es crucial no dejar de vigilar el caramelo, ya que puede quemarse fácilmente.
  4. Finalización del Arroz: Una vez que el arroz esté cocido, retira la rama de canela y la piel de limón. Añade la esencia de vainilla y mezcla bien para distribuir el sabor uniformemente.
  5. Servir: Sirve el arroz con leche en platos individuales. Vierte el caramelo caliente sobre cada porción, asegurándote de cubrir la superficie de manera uniforme.
  6. Decoración: Finalmente, espolvorea cada plato con canela en polvo para decorar. Esto no solo añade un toque estético sino también un aroma y sabor adicional que complementa perfectamente el plato.

Consejos para un Arroz con Leche Perfecto

  • Utiliza arroz de grano corto para obtener la mejor textura.
  • La cocción lenta y constante es clave para lograr la cremosidad deseada.
  • Ajusta la cantidad de azúcar según tu preferencia.
  • El caramelo debe ser de color ámbar; un color muy oscuro indicaría que se ha quemado.

Variaciones del Plato

Este postre es versátil y admite numerosas variaciones. Puedes experimentar agregando otros ingredientes como coco rallado, pasas o incluso un toque de licor para una versión para adultos.

Conclusión

El Arroz con Leche Caramelizado es más que un postre; es una experiencia culinaria que combina tradición con un toque de modernidad. Su preparación sencilla, junto con su sabor excepcional, lo convierte en el postre ideal para cualquier ocasión.