Los hotcakes clásicos representan más que un simple desayuno; son un símbolo de mañanas llenas de alegría, sabor y tradición. Esta receta milenaria ha sido transmitida de generación en generación, adaptándose y perfeccionándose hasta convertirse en el platillo matutino por excelencia en numerosos hogares alrededor del mundo. Su textura suave y esponjosa, combinada con un dulce y envolvente aroma, promete despertar los sentidos y empezar el día con el pie derecho.
Ingredientes:
- 1 taza de harina de trigo (preferentemente de tipo todo uso)
- 2 cucharaditas de polvo para hornear (para asegurar esa textura esponjosa característica)
- 1/2 cucharadita de sal (para realzar los sabores)
- 2 cucharadas de azúcar blanca (para un dulzor equilibrado)
- 1 huevo grande (a temperatura ambiente)
- 3/4 de taza de leche (puede ser entera o semi-desnatada, según preferencia)
- 1 cucharada de mantequilla sin sal (derretida y enfriada, para añadir suavidad a la masa)
- Mantequilla extra o aceite (para cocinar)